¡Que fácil es engañarnos y engañar a los demás! Pero ya sabemos a Quién no podemos engañar, y por tanto estamos haciendo el tonto diciendo para nosotros: no me ven… Dios no me ve. Pero la Escritura dice: Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. Salmos 139:12)
No nos apoyemos en conceptos y argumentos, que sabemos no ser correctos. No nos empeñemos en creerlos buenos, porque en nuestro interior sabemos que no es así. Ya dijimos: o corderos o lobos. No es admisible ser lobo con piel de cordero, ni cordero con piel de lobo. ¿A quién pretendemos engañar? Dijo Jesús: Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? (Mateo 6:23)
No son las obras de necesidad, que hacemos por inercia o por compromiso con el mundo, las que definen nuestra posición ante Dios. Solo la lealtad más seria y contrastada. Somos torpes y descuidados ¡reconozcámoslo de una vez! Seamos sinceros con nosotros mismos, y así poder ser sinceros con todos. El aplauso de las gentes es vanidad, como lo es todo lo que hacemos que no esté ungido por el Espíritu de Dios.
La Santa Escritura dice claramente, en la experiencia de un viejo rey a la vuelta ya de todo: Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. (Eclesiastés 1:14). ¿Qué buscamos con seguir el mal camino?
La Santa Escritura dice claramente, en la experiencia de un viejo rey a la vuelta ya de todo: Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. (Eclesiastés 1:14). ¿Qué buscamos con seguir el mal camino?
Siguiendo la buena senda del Cristo, la paz está garantizada. Si todo el mundo aceptara a Dios, las cerraduras (y muchas más cosas) podrían se eliminadas, y la vida en esta tierra, sería un camino de rosas. Nadie sería ni más ni menos que otro.
Como todos, podemos caer en determinados momentos, pero un rey no juzga a un oficial por una calaverada, sino porque sepa que está dispuesto a dar su vida en defensa de su patria, y que en caso comprometido es seguro y obediente. Esa es nuestra posición ante Dios, con absoluta firmeza.
Acab era díscolo en su relación con Dios y pecó gravemente contra Nabod por causa de ue el rey codiciaba la viña del otro, pero cuando se puso de cilicio dijo Dios al profeta: ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días... (1º Reyes 21:29)
Que el Señor pueda complacerse en nosotros, y le ofrezcamos la más absoluta lealtad, tratándole y hablándole con verdad, como debe ser la verdadera oración; la oración pura que agrada a Dios.
BANCARROTA
Voy dejando una vida en bancarrota
Y ante mí el horizonte ya se cierra;
Se acabó la tensión, gana la tierra
Su tributo de muerte en vida rota.
Cede ya la ambición, cede la duda,
Y calla la razón que al hombre aterra;
Finiquita el amor, también la guerra;
La mente queda límpida y desnuda.
Las cosas toman su valor profundo;
La paz acude, se sosiega el alma,
Y se aguarda el final, limpio y en calma.
¡No hay nada trascendente, dice el mundo!
Mas yo espero impertérrito, una vida
Que tengo por Jesús, ya prometida.
RAFAEL, SIERVO DEL DIOS ALTISIMO.
ResponderEliminarAdelante hermano, siempre tomado del Señor Jesús, quién nos capacita para la voluntad Divina.
Que el Espíritu Santo te ilumine en todas tus expresiones, para la gloria de Dios.
HASTA SIEMPRE, Y BENDICIONES,